miércoles, 27 de abril de 2011

Así jugó el Barcelona Seminifal de Champions 27/04/2011



Víctor Valdés: Respondió a la perfección a un disparo lejano de Cristiano Ronaldo. Fue su única intervención a lo largo del partido. El Real Madrid no lo puso más a prueba.

Daniel Alves: Centrado en defensa. Más preocupado en frenar a Ángel Di María que de sumarse al ataque. Tuvo problemas para frenar al argentino, pero agitó el partido con una entrada que le hizo Pepe.

Gerard Piqué: Fue el dueño de la zaga. Estuvo sólido y sobrio y apenas tuvo errores. Tapó los escasos desajustes que tuvo la defensa en las pocas veces que el Real Madrid puso a prueba al equipo.

Javier Mascherano: Se amoldó a su nuevo rol en el centro de la defensa. Salió airoso en la mayoría de las acciones aunque en alguna perdió el sitio. Vio tarjeta por llegar tarde en una acción ante Pepe.

Carles Puyol: De vuelta tras su lesión nunca perdió el sitio. Ubicado en el lateral izquierdo respiró por la escasa actividad ofensiva del Real Madrid por su lado. Coincidió con el alemán Mesut Ozil. Después con Di María. No se prodigó en ataque.

Sergio Busquets: Estuvo cumplidor como siempre. Fue un auxilio para cada compañero y a falta de otras alternativas buscó la mejor ocasión para las acciones de ataque.

Seydou Keita: Suplió el talento de Andrés Iniesta con esfuerzo, músculo y colocación. Estuvo en su sitio aunque participó poco en el ataque.

Xavi Hernández: Fue el motor de su equipo y puso el criterio en el juego azulgrana. Marcó el ritmo del partido en la primera mitad. Tuvo una gran ocasión, solo ante Iker a centro de Messi. Buscó la portería de Iker en cuanto pudo.

Pedro Rodríguez: Ubicado en el ala izquierda del ataque al principio cambió de ala tras el descanso. Estuvo activo, sobre todo en la primera mitad pero no finalizó las jugadas. Fue sustituido por Affellay.

Leo Messi: Rompió el partido. Marcó los dos goles del Barcelona. Comenzó como aparente delantero centro. A pesar del permanente acoso siempre lo intentó. Generó más peligro que ninguno. Respiró con la expulsión de Pepe pero ya antes había dejado su sello. Sobresalió al resto.

David Villa: Se situó en la banda derecha en la primera mitad y jugó en la izquierda la segunda. Primera gran ocasión con un tiro a los diez minutos que rozó el palo. Después desapareció.

Ibrahim Afellay: Entró a falta de veinte minutos pero su aportación fue decisiva. Generó la acción del gol. Se marchó de Marcelo y centró a Messi, que batió a Casillas.

Sergi Roberto: Salió al campo en el tiempo añadido. No entró casi en juego.

Así jugó el Real Madrid Semifinales Champions 27/04/2011




Iker Casillas: Estuvo seguro en todas las facetas del juego hasta el primer gol, en un remate a bocajarro de Leo Messi ante el que nada pudo hacer. Antes sacó dos disparos de Xavi y un chut colocado de Villa. Acabó desesperado con su defensa, por la jugada en la que el astro argentino se marchó de todos y le superó en el mano a mano.

Álvaro Arbeloa: estaba en el punto de mira por los barcelonistas por una jugada de la final de Copa en la que soltó un codazo y pisó a Villa. Todos fueron por él a los 40 minutos, tras un encontronazo con Pedro que le costó la amarilla. Estuvo correcto en defensa. Con su fuerza habitual. Se mostró poco en ataque.

Sergio Ramos: mandó en defensa. La organizó. Se desesperó por lo retrasada que estuvo en la primera mitad, con la posesión perteneciendo al Barcelona. Vio una cartulina amarilla en el minuto 52, por una entrada a Messi, que provoca que se pierde la vuelta.

Raúl Albiol: no desentonó en defensa tras ser expulsado en el clásico liguero. Concentrado todo el partido. No se complicó con el balón en los pies y abusó del pelotazo.

Marcelo: fue todo ímpetu, aportando desahogo a su equipo en alguna acción ofensiva a la desesperada cuando más encerrado estaba. Un inoportuno resbalón provocó la jugada del primer gol barcelonista. Lo aprovechó Afellay para irse en velocidad y asistir a Messi.

Xabi Alonso: fue el timón del Real Madrid modificando su estilo de juego por el esquema que le obligó a no asociarse en corto y buscar desplazamientos en largo con poco éxito. En su único intento de disparo buscó sorprender, sin éxito, a Valdés desde el centro del campo.

Lass Diarra: ocupó el hueco dejado por el lesionado Khedira y aportó lucha. Impreciso en el pase su labor se limitó a intentar destruir el fútbol del Barcelona.

Pepe: pasó de ser el ogro del Barcelona por su nuevo posición en el trivote del centro del campo a condicionar la semifinal por su expulsión tras una dura entrada a Dani Álves. Estuvo sobre excitado en muchas jugadas, sin aportar nada en ataque. La rigurosidad de su tarjeta roja deja el gran debate del partido.

Özil: no fue su día. Víctima del sistema defensivo por el que apostó Mourinho en la primera parte, no entró en contacto con el balón y cuando lo hizo fue con cuatro defensas ante él. No asistió como en otras ocasiones y fue sustituido en el descanso.

Di María: fue el único jugador madridista que encaró a sus rivales, desbordó y provocó los pocos desajustes defensivos del Barcelona. Sus jugadas no encontraron rematador y no pudo probar a Valdés.

Cristiano Ronaldo: decepcionó en un día señalado. Fue la referencia ofensiva del Real Madrid sin aportar nada más que un potente remate lejano que sacó como pudo Valdés. Ansioso y desesperado realizó gestos de enfado impotente en su pelea contra todos cuando quiso buscar el ataque. Defensivamente no colabora. Disparó tres faltas, dos a la barrera y una a las nubes. En la segunda parte solo tuvo una ocasión. Un cabezazo que se marchó alto.

Emmanuel Adebayor: jugó la segunda parte, en la variante por la que apostó Mourinho para dar mayor profundidad en ataque a su equipo y no tuvo ninguna acción que rematar. Aumentó la presión en la salida de balón del Barcelona. Recibió una amarilla en el minuto 82 por una dura entrada.




viernes, 1 de abril de 2011

"La Confesión de Ulises" por Aldo Mariátegui

LIMA -

Me informa mi asistente que Ulises Humala quiere conversar conmigo y, lleno de curiosidad, lo cito al diario. No tenía la menor idea de lo que quería tratar, así que le di la bienvenida, le ofrecí asiento y le dije que era todo oídos.


Ulises fue frontal, a la vena: "He venido aquí, señor Mariátegui, porque tengo la más profunda preocupación de que mi hermano salga elegido. Eso sería desastroso para el país, porque Ollanta va a ser un dictador, porque él sube a la Presidencia y se va a quedar en el poder por muchos años. Sólo saldría como Gadafi. Él es mesiánico, se siente predestinado para instaurar aquí el modelo chavista. Y nada lo va a detener. Yo lo conozco a fondo, es mi hermano. Sé como piensa, sé lo que planea".

Algo perplejo, le pregunté si estaba dispuesto a hacer públicas sus declaraciones. Me contestó que sí, que si bien Ollanta era su hermano, el país era mucho más importante.

Traje un reportero y un fotógrafo y Ulises, acompañado de una taza de té, comenzó a hablar mientras lo interrumpíamos esporádicamente para algunas precisiones. Pero el caballero tenía la foto muy clara. Lo que nos refirió fue escalofriante, mucho peor aún de lo que me imaginaba.

Si bien el lector podrá acudir a la página central para informarse a fondo, contaré algunas de estas cosas que escuché de primera mano. La verdad es que el gesto de este señor fue muy corajudo y muy patriota. Para él sería muy fácil callar y limitarse a gozar de las ventajas que le daría la vida si su hermano fuese elegido. O simplemente hacerse el indiferente, porque al fin y al cabo a él no le pasaría personalmente nada.

Ulises fue muy enfático en decirnos que su hermano no ha cambiado, que todo lo que hace últimamente es puro teatro para llegar al poder, que sigue con el polo rojo abajo porque sabe muy bien que como radical no saldría elegido.

Sostuvo que su hermano es definitivamente un chavista, un fascista marxistoide, un hombre que simpatiza profundamente con Chávez y su modelo venezolano. Agregó que Nadine es aún más radical que él, que ella es más leída y con un pensamiento izquierdista mucho más orgánico. Recalcó que ella influye mucho sobre él y que ambos son extremadamente ambiciosos. Que no le sorprendería que incluso apelasen al esquema sucesorio de los Kirchner.

Le preguntamos qué sucedería con las libertades públicas con Ollanta. Nos contestó que su hermano no tendría ningún empacho en pasar por encima de éstas para perpetuarse con su modelo chavista, que Ollanta no se hace problemas con eso, que es un militar ante todo, que sabe que el Congreso y la prensa se enfrentarían a su modelo totalitario y no le temblaría la mano para cerrarlos y perseguirlos. Nos contó que en la mentalidad castrense de Ollanta prima su esquema socialista sobre el respeto a las libertades, que éstas le son una molestia. Reiteró muchas veces que no hay que creer todo eso que promete ahora sobre respetar la democracia, porque esta democracia no significa nada para él; que, como buen militar y fascista, Ollanta cree que el Estado y sus políticas están por encima del individuo, que éste sólo debe obedecer sin chistar lo que se hace supuestamente por su bien. Que Ollanta siempre ha admirado mucho a Castro, tanto como a Chávez y Velasco.

También Ulises fue muy claro en cuanto al pensamiento económico de su hermano. Nos aseguró que aboliría el TLC con EE.UU. porque sencillamente no cree en ese tipo de comercio coordinado con los gringos, que él se iría al ALBA. Agregó que Ollanta conceptúa que la libre empresa debe subordinarse a lo que se decida desde el Estado, que los controles y la planificación compulsiva son válidos, que los problemas económicos en Venezuela se deben al sabotaje de los empresarios y los gringos, no a que ese modelo sea un desastre. También Ulises sostiene que esa ayuda brasileña a la campaña de Ollanta, a pesar de que la influencia venezolana es mayor, no es gratuita para nada y que quieren nuestra selva para sus proyectos de luz.

En fin, lean la central, que el tema ya queda en la conciencia y juicio de cada uno.